En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
¡Ho Jesús, Sacerdote eterno! Guarda a tus sacerdotes al abrigo de tu corazón. Guarda sin mancha sus manos consagradas, que diariamente tocan tu Santo Cuerpo, y guarda limpios sus labios teñidos con tu propia Sangre.
Bendice sus trabajos y que el fruto de sus desvelos sean la salvación de muchas almas, que serán su consuelo aquí y su corona eterna. Amén.
1)- PRIMERA ESTACION: Jesús condenado a muerte.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por el dolor que causó a tu corazón esta injusta sentencia, te ruego por los sacerdotes que son injustamente juzgados o calumniados.
Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa maría, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, y Gloria al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
2)- SEGUNDA ESTACION: Jesús con la cruz a cuestas.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por la inmensa fatiga que te causó el peso de la Cruz, te ruego por tus sacerdotes. Dales fuerza, Señor, para que carguen su cruz, y haz que la abracen con amor.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
3)- TERCERA ESTACION: Jesús cae por primera vez bajo el peso de la Cruz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por esta primera caída, te encomiendo a tus sacerdotes jóvenes, a tus seminaristas. Dales a todos perseverancia y fortaleza, y si alguno cae, Señor, levántalo para que siga en pos de ti.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
4)- CUARTA ESTACION: Jesús encuentra a su Santísima Madre, camino del Calvario.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Madre del Eterno Sacerdote, por aquel dolor tan profundo que traspasó tu corazón, te ruego llenes la soledad del sacerdote. Que en ti vean a la Madre amorosa que los consuela y alienta.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
5)- QUINTA ESTACION: Jesús es ayudado por el Cirineo a llevar la Cruz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por aquella mirada de amor que diste a Simón de Cirene cuando te ayudó a llevar la Cruz, te ruego por tus sacerdotes. Que cuando la cruz les parezca más pesada, sientan que tu la llevas con ellos y los miras con amor.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
6)- SEXTA ESTACION: La Verónica enjuga el rostro a Jesús.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, en aquel momento todos te daban la espalda. Sólo ella se atrevió y te limpió el rostro. Te ruego, Señor, que nunca vuelva yo la espalda cuando tus sacerdotes necesiten mi ayuda. ¡Señor, que sea valiente!
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
7)- SÉPTIMA ESTACION: Jesús cae por segunda vez bajo el peso de la Cruz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Mi Jesús, agotado por el peso de la Cruz, volviste a caer. Por este dolor te ruego, por tus sacerdotes en edad madura. Aumenta su fe. Sostenlos, y si alguno se encuentra envuelto en tinieblas, acuérdate que hay muchas almas que gimen en la oscuridad y que necesitan que alguien las lleve hacia ti. Recuerda que ellos son “la sal de la tierra”, y si la sal se desvirtúa... ¡Señor, tenemos tanta necesidad de sacerdotes santos!
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
8)- OCTAVA ESTACION: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por aquellas palabras “No lloréis por mí, sino por vosotros y vuestros hijos”, danos lágrimas de arrepentimiento verdadero, por nuestras culpas y llena el corazón de tus sacerdotes de amor a la penitencia y a la oración... que en todo momento sean fieles a sus votos.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
9)- NOVENA ESTACION: Jesús cae por tercera vez bajo el peso de la Cruz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por esta tercera caída, te ruego por ellos. Que sean “uno contigo” y sepan desaparecer para darte paso a ti Señor.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
10)- DÉCIMA ESTACION: Jesús despojado de sus vestiduras.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
¡Cuánto dolor, cuánta vergüenza sufrió tu corazón! ¡Se cuánto duele a tu corazón tanta amargura! Aquí te ruego por tus sacerdotes caídos, por los que no te han sido fieles. Señor, que tu Gracia los salve.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
11)- UNDÉCIMA ESTACION: Jesús clavado en la Cruz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por aquel terrible dolor que sufrieron tus miembros, por tu sed, por tus llagas, te ruego que tus sacerdotes sientan cada vez más esa sed, para que lleven las almas al Padre.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
12)- DUODÉCIMA ESTACION: Jesús muere en la Cruz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por tus incomparables dolores, por tus infinitas angustias, por tu muerte en la Cruz, te ruego enseñes a tus sacerdotes a vivir y morir en la Cruz. ¡Que la amen cada vez más, Señor!
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
13)- DÉCIMA TERCERA ESTACION: El cuerpo del Señor es bajado de la Cruz.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
¡Soledad de María! ¡Cuánta amargura al contemplar en tus brazos a tu hijo muerto! Por este inmenso dolor, te ruego por la soledad de tus sacerdotes. Llénala tú con tu incomparable amor de Madre, haz que comprendan que teniéndote a ti, que viviendo en tu Corazón, nunca, nunca estarán solos.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
14)- DÉCIMA CUARTA ESTACION: El cuerpo del Señor es puesto en el sepulcro.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
Jesús mío, por tu muerte, te suplico que cuando llegue la de tus sacerdotes te puedan decir: Señor, todo lo hicimos por tu amor. En tus manos encomiendo, Señor, las almas de tus sacerdotes difuntos. Sé, tu Señor, su espléndida recompensa.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
Jesús, Sacerdote Eterno, escucha nuestra plegaria por la porción más amada de tu corazón: tus Sacerdotes. Nos unimos a ti en tu Oración sacerdotal para decir contigo: “Padre, que todos sean uno como tú y Yo somos uno”. Amén.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador. Amén.
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
VIA CRUCIS POR LA SANTIFICACION DE LOS SACERDOTES.doc
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